La autoconfianza se define como “la creencia que tiene una persona de que puede realizar satisfactoriamente una conducta deseada”, pero esto no es producto del azar. Lo que pensamos nos brindará beneficios si las cosas son de ese modo; es decir nada sucede como por arte de magia. De nada sirve que pensemos algo de lo que realmente no estamos convencidos; por lo que la verdadera confianza está edificada sobre parámetros realistas y objetivos.
La confianza en uno mismo puede construirse, trabajar en ella en el entrenamiento y en nuestra planificación, de modo que, en aquellos momentos difíciles, estemos preparados y tengamos la habilidad de desarrollar ciertas estrategias que nos permitan mantenernos centrados en el momento presente, y continuar creyendo que podemos alcanzar nuestro objetivo.
Algunos consejos pueden serte útiles:
Experimentar logros...
Aquellas cosas que haces, y que te acercan al éxito te hacen sentir bien, y es probable que las repitas. Si te propones objetivos realizables, acordes a tus posibilidades, eso ayudará a construir y desarrollar la confianza que tienes en vos mismo.
Mostrarte seguro...
Mantener la actitud nos da aliento y te puede ayudar a subir el ánimo en momentos difíciles. A su vez les impactarás a los demás transmitiendo una actitud positiva. Es mejor que te vean con la cabeza en alto, el torso erguido, y la cara relajada; de ese modo transmitirás confianza y perseverancia. Si te sientes algo desanimado, pone tu empeño en que esto no lo diga tu cuerpo, es una manera de ayudarte a vos mismo a salir de situaciones complicadas.
“Fabrica” pensamientos con confianza...
Piensa siempre en positivo. Si piensas cosas como: “Estoy muy cansado”, “No voy a rendir bien”, “estoy muy nervioso, no podré hacerlo”, etc.; un primer paso consiste en darte cuenta, y luego a partir de una señal cambiar ese tipo de pensamientos transformándolos en positivos. El uso de palabras de aliento, motivacionales del estilo: “yo puedo hacerlo, estoy preparado para ello”, voy a rendir bien”, etc.; te ayudaran a consolidar una actitud positiva, que favorezca el despliegue de tu máximo potencial.
Practica la visualización...
Cuanto antes pongas en práctica este hábito y hagas de él una rutina mucho mejor. Te conviene empezar con cosas pequeñas, puedes verte a vos mismo, realizando cosas que nunca has realizado, o en las que hayas tenido dificultades en otras oportunidades. Imaginarte a vos mismo, el día del examen, rindiendo bien, dando un buen examen, sin nervios ni equivocaciones, siempre de manera positiva y en presente, como si ya estaría cumplido, te brindará cierta familiaridad con la situación y puede ayudarte a sentirte más confiado de que conseguirás lo que te has propuesto.
Tener todo estudiado...
Elemento fundamental. Haber estudiado toda la materia, sin obviar ninguna unidad ni textos obligatorios, te ayudará a fortalecer la confianza en vos mismo y a sentirte más seguro de que estás preparado para realizar aquello que deseas. Deja siempre los dos últimos días para repasar y asegurarte de que no te falta nada. Se precavido y anticipado a la situación, recuerda siempre que los estudiantes tenemos que llevar nuestro 50% bien completo. Esto te va a generar tranquilidad y seguridad.
Una adecuada preparación...
No podemos suponer que nos irá bien, sino estamos preparados. Que elabores un plan de acción sobre la forma en que vas a decir los contenidos, así como alguna estrategia alternativa por si hay que cambiar tu plan inicial, te ayudará a estar más tranquilo. El conocimiento de lo que ocurrirá y cuando ocurrirá permitirá que la mente descanse, conocer lo que al profesor le gusta, analizar que temas dio en clases, que corriente de pensamiento sigue, etc. Ir a las consultas previas al examen te ayudara a conseguir esta información.
La confianza atraviesa nuestra manera de sentir, pensar y actuar, por lo que el trabajo en cada una de estas áreas, (lo que sentimos, lo que pensamos y como actuamos), son una parte importante para que construyas tu confianza adecuadamente. La autoconfianza es como una pared construida con pequeños ladrillos, cada uno es importante y es pilar y base del siguiente. De la misma manera puedes construir, desarrollar o solidificar la confianza que tienes en vos mismo y así desplegar tu rendimiento máximo.