Hay una tenencia a
buscar certidumbres, cosas fijas, pautadas, algunas estructuras, respuestas ya
armadas…
Es que las personas
para comprender y operar en la realidad tendemos a construir un conjunto de
ideas interpretativas de la misma. Este constructo personal o teoría subjetiva
nos ayuda a tener algo firme por donde andar, nos brinda seguridad, un piso y a
veces un techo de ideas.
Con estas teorías nos
movemos, pensamos, reflexionamos, y sobre todo actuamos.
Muchas veces, creemos
que estos constructos y teorías son totalmente objetivas y reales, nos vamos
olvidando que los fuimos construyendo para ayudarnos a transitar la realidad. Claro
que tienen que ser firmes, sino no podrían cumplir con su función, pero a veces
llega un momento en que están tan duros que creemos que SON la realidad.
Les escribo esta
entrada de blog simplemente para reflexionar sobre nuestras teorías sobre la
realidad que nos rodea, sobre nuestras interpretaciones del mundo, pero sobre
todo sobre los efectos que generan en las acciones que llevamos a cabo.
Escucho este tema en
todos los rincones, en las conversaciones informales, en los diálogos televisivos,
en las reacciones en las redes sobre diferentes hechos, y en lo personal todo
el tiempo aparece en mi consultorio y con mis alumnos, esas ideas que dan
seguridad de que algo va a ocurrir con determinada certeza.
Cuando estas
certezas futuras son positivas impactan de manera inmediata en las emociones
generando bienestar y tranquilidad, y claro está, que las disfrutamos juntos,
las reproducimos y trasmitimos.
Pero qué pasa
cuando estas ideas de por sí ya son negativas, hay algo que va a ocurrir en el
futuro que no va a tener resultados buenos, diría casi catastróficas. Ese algo
es una idea construida por la persona que automáticamente le genera una emoción
de ansiedad, angustia, inseguridad… Aquí es cuando tratamos de romperla, de
disolver ese constructo, de ver cuando se creó, con qué cálculo la persona se
hace de esa idea con tanta fuerza…Por un lado sabe que aún no ocurrió y que hay
que esperar pero la idea de que va a ocurrir es más fuerte y ya genero las
suficientes emociones como para que las acciones posteriores no digan lo
contraria.
Te invito a revisar
las interpretaciones que realizas sobre el mundo, sobre lo que dicen y hacen
las personas y sobre los hechos que ocurren.
Te invito a ver
esas teorías que te siguen en cada situación, en cada momento y en cada acción
que emprendes.
De dónde vienen?
Cómo las creaste? Te sirven hoy?
Debajo de nuestras
acciones hay emociones y debajo de ella hay teorías subjetivas que fuimos
creando sobre la realidad, seguramente algunas nos colaboran en nuestra vida
diaria y otras la obstaculizan.
El poder que
tenemos sobre nuestro mundo es inmenso, así que a pensar y a cambiar porque
todo lo que CREES CREAS.
Hasta la próxima!
Marina Teglia
Lic. En Psicología
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